ENVÍOS A TODO EL PAÍS
1 / Recordar que todos somos creativos. No es algo que se tiene o no se tiene, es la práctica en si misma lo que es importante. El compromiso con nosotros mismos para mantenernos firmes en la actividad que queremos realizar.
2 / Reconocer cuando estamos dejando de hacer algo que nos gusta porque hay un juicio de por medio. Los juicios nos detienen, no me sale nada bueno, no tengo habilidades manuales, siempre me dijeron que no soy creativo…
Eso que nos repitieron de pequeños, condiciona nuestra mirada como adultos sobre nuestra capacidad de realizar una actividad.
3 / Soltar el control de querer que los resultados sean como yo quiero que sean.
Aprender a tener una actitud abierta y receptiva ayuda a que algo nuevo pueda suceder.
4 / Alimentar la curiosidad desde diferentes lugares. Permitirnos aprender algo nuevo, conocer diferentes personas y lugares ya es de por sí una actitud creativa.
5 / Pasarla bien con nosotros mismos. Es vital para dejar de esperar a que las cosas sucedan desde afuera, ser nosotros los motores del cambio aumenta nuestra autoconfianza.
